El día 20 de julio algo totalmente nuevo daba comienzo en Benicàssim, arracancaba la primera edición del festival Costa de Fuego con grandes dosis de guitarras y bastantes críticas contra el sistema.
Teniendo en cuenta que una semana antes había tenido lugar en las mismas instalaciones un evento de tan enormes características como es el FIB, se esmeraron en tener todo impoluto para cuando los primeros campistas llegasen. Pocos detalles hacían pensar que miles de indies habían pisado por el mismo sitio.
A pesar de la buena organización planteada la respuesta por parte del público a la hora de acudir al Costa de Fuego no fue mayoritaria. El día que daban comienzo las primeras actuaciones el aforo en las instalaciones se veía algo escaso.
De esta forma We Are The Ocean inauguraban con “Trouble” el escenario Costa de Fuego ante la mirada de los valientes que desafiaban la sofocante temperatura que invitaba a deshacerse de cualquier elemento de vestir oscuro. El grupo, que editará su nuevo disco en unos días, presentó algunas de las canciones que lo conformarán.
Solapando el anterior, los madrileños Steel Horse iniciaban la vida del escenario Black Bikini. El número de seguidores no distaba mucho al de We Are The Ocean. Supieron ganarse a los asistentes con sus influencias ironmaidenianas.
Más tarde en el escenario principal aparecían las rastas del vocalista de Amorphis, Tomi Joutsende. Con su micrófono especial (una especie de jarra con trípode) iban interpretando, uno tras otro, cortes de su más que dilatada carrera profesional.
Volviendo al Black Bikini Your Demise destilaban punk hardcore sobre las tablas para todos aquellos que dejaron ver los primeros pogos del festival. Canciones de enorme potencia para no parar de dar saltos mientras su cantante se unía a la multitud. Como no podría ser menos cerraron con su hit “Miles Away” tras haber dejado caer “Push Me Under”, “Shine On” y “Burnt Tongues” en el repertorio.
Tras ellos Angelus Apartida, abriendo con “You Are Next” ante una asistencia muy decente, demostraron por qué han alcanzado la posición en la que se encuentran en el panorama metalero estatal después de años luchando por hacerse escuchar. Un gran grupo que demuestra con temas como “Give ‘Em War” y “Thrash Attack” poderío y robustez, manejaron los tiempos e incluso a la gente (ahí quedó el walls of death que formaron).
A la hora en la que unos decidieron hacer una parada para llenar el estómago muchos otros se apiñaban para ver a Baron Rojo en directo. Es posible que acabasen decepcionados con la actuación. Los años pasan para todos y “Resistiré”, “Incomunicación” o “Con Botas Sucias” no estuvieron a la altura de sus mejores días.
WarCry tenían cita a primera hora de la noche con un listado de canciones que todo el presente se conocía desde la primera hasta la última letra. Dieron un buen concierto, bajando la velocidad de un recinto muy revolucionado. Comenzaron con “Alma De Conquistador” y cerraron con “Capitán Lawrence”, pero por medio dejaron temazos de la talla de “Ardo Por Dentro” y “Tú Mismo”.
Los que si que repartieron caña de verdad fueron Uzzhuaïa en el escenario Jack Daniels. La carpa se quedó pequeña para un concierto de rock puro, de los que se echan de menos en muchas ocasiones. Ningún asistente se debió quedar sin su botín de merchandising de la banda por todo lo que lanzaron. A parte de eso cayeron “13 Veces Por Minuto”, “Destino Perdición” y “Desde Septiembre”. Tras lanzar una crítica al sistema por lo mal que está la sociedad actual cerraron con la bien traída “Nuestra Revolución”.
Como Lacuna Coil comenzaban a la vez que Guns ‘N Roses, muchos que querían ver a los americanos se acercaron a ver a los italianos a sabiendas de la habitual impuntualidad de Axl Rose. Sin embargo, para sorpresa de todos, fue tan puntual que incluso comenzó antes de su hora. Unos minutos después Cristina Scabbia, enfundada en unas apretados mallas, saltaba con el resto de componentes y su disco lanzado este año del que interpretaron “Kill The Light”, “Upsidedown”, “Give Something More” y la final “Trip The Darkness”. Una actuación buena, pero bastante lineal que no sorprendió a nadie en ningún momento.
Y a la vez, en el escenario principal, Guns ‘N Roses hacía uso de pirotecnia para dar comienzo a su bolo. Un espectáculo de duración cercana a las tres horas, material tienen de sobra para eso y más, pero que no es lo propio para un festival y no todos lograron aguantar debido al cansancio.
Arracancaron con “Chinese Democracy”. El repertorio que sonó fue bastante variado, sin tirar de un disco mucho más que de otro. Alternaron temas de los distintos trabajos con solos por parte de cada uno de los componentes de Guns ‘N Roses y con versiones instrumentales de hits legendarios de The Who o Pink Floyd, entre otros. Mientras Axl desaparecía y volvía a aparecer con chaqueta y sombrero distintos. Hay que reconocer la profesionalidad de los músicos de los que se rodea Axl, que estuvieron perfectos aquella noche. Hicieron una interpretación que rozaba la perfección. Sin embargo el detalle del guitarra principal Bulblefoot a la hora de vestir sobrero de copa, como hace Slash, mosqueó a más de uno.
Un momento curioso del concierto ocurrió con “Civil War” cuando, como buen americano, en las pantallas del fondo proyectaron una bandera de su país que ocupó todo del escenario. Otros grandes momentos fueron la primeriza “Welcome To The Jungle”, “Sweet Child O’ Mine”, “November Rain”, “Don’t Cry” o “Paradise City” con la que pusieron punto final al concierto y a la jornada del viernes.
