Tras un año entero de conciertos y sorpresas, parece ser que la gira de Love of Lesbian llega inevitablemente a su fin, y como no podía ser de otra manera, 1999 será despedido en su tierra.
A las cinco de la tarde, las primeras seguidoras luchaban contra el calor vespertino acompañadas de la sombra que ejercía el recinto donde horas más tarde su grupo compensaría tan ardua espera.
Por fin una hora más tarde la cosa empezó a animarse, la cola llegaba hasta la vuelta de la esquina (unas 60/70) personas aproximádamente, y sin saberse como, empezó a salir personal de seguridad a colocar el doble de vallas ya que en menos de un cuarto de hora dicha cifra se vio quintuplicada.
Poco después de las 19:30 se efectuó la apertura de puertas y poco a poco la gente fue cubriendo la sala. Primeras filas abarrotadas, gente sentada en las rejas de la primera planta para tener una visión panorámica del recinto, y una sensación de impaciencia más que generalizada.
Un cuarto de hora antes de lo esperado la luz se esfumó, las voces con ella, y una proyección que lloraba las palabras ¿Adonde te fuiste? recordó a los asistentes el triste significado del disco por el que habían venido.
Unos segundos de silencio y apareció la banda, entre aplausos y gritos, como no podía ser de otra forma, ya que tras conseguir un leve silencio esperado, comenzó a sonar «Allí donde solíamos gritar» como de costumbre a un ritmo lento que permitiese al público darle un significado propio antes de volver en si al concierto.
Con el ambiente caldeado pasaron por el escenario canciones habituales de sus directos como «Un día en el parque» o «Las malas lenguas», dando paso a «Noches Reversibles», la cuál fue finalizada integramente por el público al ritmo de: «Oh, oh oh… creo que voy a empezar a romperme, Oh, oh oh… y ya no me importa que mire la gente».
Pasado este emotivo momento llegamos a «La mirada de la gente que conspira», que dio paso a «Segundo Asalto» y «Los colores de una sombra».
Fue en ese mismo momento cuando Santi Balmes anunció la llegada de quien sería su primera invitada en el concierto, Zahara, que interpretaría junto al grupo el tema «Domingo Astromántico».
Un fuerte aplauso recibió al grupo «Mishima» al completo, que se encargó de participar en «Música de Ascensores» cuando llegabamos casi a la mitad del concierto, y el público enloqueció a ritmo de «Papapara para» devolviendo el ambiente de fiesta al local.
Así pasamos a la emotiva letra de «Incendios de Nieve», en la cuál, Santi (como ya viene siendo costumbre), se volvió hacia la derecha ante la atenta mirada de sus seguidores y acercandose poco a poco a Jordi Roig se sumergieron en un fugaz beso y la canción finalizó con una mezcla entre silbidos y taraeos con las manos en alto al lento ritmo de la música.
A continuación, una historia que muchos conocemos salio de boca del cantante, anunciando como en 1999 (como no), tuvo una discusión con su novia por no parar de hablar de su ex, le dijo que si iba a continuar así se fuera y se fue… introducción que no podía ser para otro tema más que para «Electroplasta», ese gran fantasma comparativo que oprime toda relación.
Llego así «La parábola del tonto» y con esta el primer descanso de la noche, en torno a las 10:20, para volver a salir al momento, bajar las luces, mostrar un reloj gigante en pantalla con el que celebrar las campanadas del 31 de diciembre de 1999, lo cuál dio paso a entonar «Algunas Plantas» en un ambiente completamente festivo, con un comienzo mucho más melódico de lo que estamos acostumbrados, en la que únicamente bajó al escenario Jordi, cosa comprensible no obstante tras el incidente que sufrió Santi hace escasos días, el cuál se quejó del olor a Reflex de su cazadora, quitandosela, y provocando el gritería de algunas de las adolescentes de las primeras filas.
Tras esto se colocó unas gafas blancas de su interminable repertorio para entonar «Los niños del mañana», recibiendo una personificación de Freddie Mercury embutida en unos vaqueros rojos pretos, camiseta blanca de tirantes y peluca rubia.
Fue entonces cuando Joan Ramon Planell saltó al escenario en pañales y cinta aislante en los pezones para entonar Amante Guisante, la cuál fue dedicada a todos los cornudos de la sala.
Tras que el cantante despegase una de sus cintas cogió la cámara y realizó las habituales fotos de cada concierto, mientras comenzaba a entonarse «Ritmo de la noche», la cuál fue transformandose poco a poco hasta escucharse el cántico de «Lesbianos de la noche» por todo Razzmatazz.
Carlos Cross apareció como último invitado para cantar Miau y presentar a la banda, tras la cuál «Me amo» dió la apertura a uno de los temas más esperados de la noche «Club de Fans de John Boy», con el que la sala enloqueció de forma que no se había visto desde Algunas Plantas.
Un breve parón de nuevo, amenizado por el video introductorio de «1999», en el que los dos protagonistas del vídeo suben juntos a un taxi del que por desgracia se bajan por separado, dio la bienvenida al tema que anunciaba el final de la noche y tras entonarlo, y con la emoción aún en el cuerpo, una serie de minigrabaciones de ella saltando como loca mientras él, timido y ojeroso, frente a unos contenedores, la contemplaba, acompañaba la triste melodía de «Tal vez» con la que finalizó el concierto.
La pantalla volvió a iluminarse, esta vez mostrando el directo grabado en el Festival Sonorama de «Algunas Plantas», Love of Lesbian salió de nuevo a despedirse de su público, con el que interactuaron tanto en catalán como en castellano durante todo el evento, y visiblemente emocionados se despidieron de un público, que pese a intentar forzar un bis, sabía que el nuevo año había llegado…