Los australianos King Gizzard & the Lizard Wizard, una de las bandas más prolíficas y sorprendentes de la escena internacional, aterrizarán la próxima semana en nuestro país con tres conciertos: el jueves 24 de agosto en la Plaza Mayor de el Poble Espanyol (Barcelona), el sábado 26 en el festival CanelaParty de Torremolinos y el domingo 27 en La Riviera, Madrid.
La cita en Barcelona contará además con un aliciente muy especial: la Gizzverse Record Fair, una feria del disco que la banda ha paseado también por otras ciudades como Nueva York, Los Ángeles o Amsterdam y que ofrece a su legión de fans merchandise único, ediciones limitadas y otras cotizadas joyas de coleccionismo.
King Gizzard & the Lizard Wizard llevan una década dándonoslo absolutamente todo. No se han guardado nada: más de veinte discos contemplan a la banda australiana desde 2013. En octubre, de hecho, nos llegará un nuevo álbum, otro sorprendente giro en la trayectoria de una banda siempre dispuesta a asumir riesgos y dejarnos con la boca abierta. Una producción musical sin igual, como si su carrera fuera una continua huelga a la japonesa, que en la pasada edición de Primavera Sound Barcelona les permitió ofrecer cinco conciertos diferentes sin repetir ni una sola canción. Un hito, un milagro.
Aunque evidentemente no son las cifras las que todavía nos mantienen aquí a su lado, sino su condición de banda de rock más divertida del mundo sobre un escenario. Parece una opinión, pero se convierte en hecho consumado cuando los tienes delante: más que una banda, King Gizzard & the Lizard Wizard son un parque de atracciones. Allá donde van se presentan con su noria psicodélica, su montaña rusa glam, sus coches de choque metal, su cama elástica garage, su laberinto de espejos punk. Una feria en cada concierto.