Finalmente lo consiguieron, el Low Festival ha logrado alcanzar el sold out en esta edición, por la que han pasado setenta y cinco mil personas y más de ochenta artistas.
Arrancaba poco a poco el festival el viernes, la jornada más rockera de las tres. Pocos eran los valientes que se atrevieron a inaugurar el escenario Matusalem de la mano de The Milkyway Express. No fue hasta Triángulo de Amor Bizarro cuando realmente se empezaba a ver movimiento. A estos gallegos se les quedó pequeño el segundo escenario. Ivan Ferreiro conseguía congregar a un buen número de fieles en el escenario principal. Si venías de ver a Triángulo de Amor Bizarro el concierto podía hacerse hasta soporífero dada la diferencia de estilos. Lo cierto es que estuvo a la altura de las expectativas. Muchos no se quisieron perder a León Benavente, galardonados como mejor banda emergente en los pasados Premios de la Música Independiente. Sin embargo habría que hacer el sacrificio de perdérselos a favor de los suecos The Hives, la banda del día. A esta gente del norte les corre sangre en llamas. Increíble el nivel al que llevaron el concierto y a todos aquellos que no pararon de saltar al ritmo de sus frenéticos temas. Lo dicho, de sobresaliente. Su frontman bien se ganó al público conectando con ellos con su castellano (a veces ininteligible). Y para no bajar el ritmo, Blood Red Shoes. Guitarra y batería, no hace falta más si se sabe hacer tan bien como esta pareja inglesa. Solaparon con Vetusta Morla, que hicieron llenazo en el escenario Budweiser con la presentación de “La Deriva”, del que apenas desgranaron dos canciones. El resto del setlist era conocido y coreado por todos. Los que después pasaron a ver a Sidonie todavía tendrían oportunidad de ver su recital desde “Fascinado” hasta “El Incendio”. Los encargados de rematar el viernes fueron We Are Standard, que no sacaron el jugo del rompezapatillas directo al que nos tienen acostumbrados, y el dj The Magician. Aquellos que aguantaron pudieron presenciar una sesión poco convencional y con sonidos muy atractivos. Mereció la pena retrasar la hora de irse a dormir.
El sábado arrancó con más calor que el día anterior, si cabe, y musicalmente mucho menos intenso. El ex Sunday Driver, Xoel López abrió el telón con una actuación calmada y sin sobrealtos. Perfecto para arrancar poco a poco. El problema surgió con Massive Attack. El requisito de última hora de los de Bristol fue que no hubiese ningún otro concierto al mismo tiempo que el suyo, por lo que los bolos de Corizonas y Second sufrieron un recorte temporal. En el caso de Corizonas llegándoles a cortarles el sonido. Sin embargo los integrantes de Arizona Baby y Los Coronas continuaron tocando para los asistentes que no entendían qué estaba pasando y se quedaron sin el remate de una actuación de lo más bailable. Estos chicos tocan que da gusto oírles. Second, por el contrario, sabían que tendrían menos tiempo y aprovecharon para exprimir sus éxitos en el tiempo que la organización les otorgó. La gente les tenía ganas a Editors y así lo demostraron, a lo que respondieron de manera notable. Quizá la única pega era que el bajo estaba tan alto que la vibración no rompió lo vasos porque eran de plástico. A lo que aprovecho para felicitar por la excelente labor de la reutilización. Un año más Low Festival ecológico, evitando desperdicios en la medida de lo posible. Espectacular MO. Nada que ver con lo que se podría esperar del alter ego de la danesa Karen Marie, fue un no parar. Sencillamente genial, aquellos que tengáis la oportunidad no la desperdiciéis porque os llevaréis una grata sorpresa. Poquita gente viendo a We Have Band, pero tampoco pedían más viendo cómo también disfrutaron ellos mismo de la actuación. Todos los que faltaban en el anterior arropaban a El Columpio Asesino. Increíble la capacidad de atraer fans de los pamploneses. Sin duda el concierto más multitudinario del escenario Matusalem.
Y llegó la hora de dar hasta la última gota de energía de los cuerpos que ya se observaban cansados. Pero para ponerle fin al Low Festival antes había que pasar por Izal. Tocaron ante una numerosa congregación. Obviamente se sabían todos los temas de principio a fin. Pero el plato fuerte del día tendría lugar justo después en la misma localización. Los ingleses Kaiser Chiefs se coronaron reyes del alboroto con sus temas hooligan. Casi tanta aceptación tuvieron como Love Of Lesbian. A pesar de que estos solo contaban con un tema nuevo el tirón que tienen es digno de estudio. Curiosa la batería doble de Paus, muy recomendable para los amantes del noisy de madrugada. Finalmente, todos los grandes hits que no sonaron a lo largo del festival por bandas que ya pasaron o pasarán en un futuro, sonaron gracias a los djs de Ochoymedio Festival Tour. Pero para los que ya los tienen más que trillados estaba la buena opción de The Suicide Western Culture, para echar la persiana al escenario Wiko y al Low Festival 2014.
En resumen, en este Low Festival se ha podido disfrutar de un enorme potencial musical, donde la claridad sonora y el buen ambiente que se respiraba han sido claves para acabar con una sensación muy satisfactoria y ganas de volver al próximo.